Centro comercial

Colombia, un futuro para el retail.

2016

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Colombia, el tercer país más poblado de Latinoamérica, después de Brasil y México, con una población de casi cinco millones de habitantes y una nueva clase media que se está expandiendo poco a poco es actualmente uno de los países latinoamericanos en el punto de mira para muchos sectores industriales y empresariales. Un ejemplo es el caso del retail.

Tras varios años apuntando un buen ritmo de crecimiento económico, Colombia sufrió en 2015 una ligera desaceleración.

A pesar de este pequeña zancadilla, el comercio del retail no se vio demasiado atacado y pudo mantener su tendencia regular. Los cambios que se percibieron fueron sobretodo en cuanto a la forma con la que los retailers vendían sus productos. Los colombianos han reaccionado a la desaceleración económica cambiando sus patrones de consumo, cada vez más en busca de las mejores ofertas y de los productos discount. Así, el éxito se lo llevaron las tiendas de descuento y las tiendas de conveniencia.

A pesar de ser el retail uno de los sectores que menos se resintió a esta recesión, las cifras demuestran que el consumo ha tenido un crecimiento menor a los años anteriores ya que los consumidores han frenado sus gastos para el consumo de productos no necesarios.

Los datos del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) presentan las siguientes cifras. Las ventas del primer semestre del año 2015 descendieron – aumentaron únicamente un 3,4% - respecto al mismo periodo del año anterior – las ventas aumentaron un 5% - . Los más afectados fueron los artículos de precio elevado y subcategorías que dependen de las importaciones como los vehículos y los electrodomésticos.

Pero los retailers, sobretodo extranjeros, insisten en el potencial y en los recursos de la estructura socio-económica actual colombiana. Promotores chilenos, mexicanos y portugueses se ven atraídos por Colombia y su llegada contribuyó a la generación de empleo e inversión.

Con perspectiva, durante los últimos 10 años la llegada de marcas internacionales ha sido constante en todas las categorías de productos. Así un nuevo elenco de marcas con proyección internacional ha inundado las calles comerciales de Colombia. Marcas como Easy, Sport Line América, Burger King, Mango, Office Depot, Locatel, Cinépolis, Berskha, Stradivarius, Pull and Bear, Massimo Duti, Zara Home, Desigual, Carolina Herrera, Clarks, Steve Maden, The North Face, Camper, Women Secret, Victoria Secret, Pylones, Furla, Aita, Swarovski, Longchamp, Bebe, Express, Coach, Forever 21, Parfois, Burberry, Paris Hilton, Bimba y Lola, Price Smart, Jerónimo Martins, Dolce & Gabanna, Façonnable, Tiffany & Co, Gap, Ripley, Aeropostal, Celio, Hooters, Chili´s, Papa John´s, Sbarro, Buffalo Wings, Subway, Starbucks Coffee, Nesspreso, H&M, Ikea, Wallmart y muchos más.

Recientemente, la empresa editorial especializada en el sector del retail de moda Modaes, comunicaba que la marca de complemento Totto propiedad de la empresa Nalsani y que a día de hoy ya cuento con casi 600 establecimientos repartidos en 46 países se centra actualmente en Colombia, considerado su mercado principal. Soloio es otro ejemplo de marca de moda que actualmente está concentrando sus esfuerzos en el mercado colombiano.

Esta reestructuración del sector del comercio del retail en Colombia va acompañada de un reacomodo de todos los actores del retail: constructores, inversionistas, operadores de centros comerciales, marcas locales e internacionales, locales comerciales re-habilitados como es el caso de los centros comerciales de Unicentro, Avenida Chile y Bulevar en Bogotá o Chipichape y Unicentro en Cali o El Tesoro, Unicentro, San Diego y Oviedo en Medellín.

Como consecuencia se han ampliado los proyectos comerciales de retail en las principales ciudades del país, sobretodo Bogotá, Cali y Medellín, pero también en ciudades intermedias donde se fomenta y desarrolla el shopping como entretenimiento.

Con la llegada de operadores internacionales, las enseñas retail nacionales han tenido que reestructurarse. El resultado ha ocasionado la aparición de tres soluciones empresariales. La primera consiste en fortalecer el modelo de negocio que ya tenía la marca generando liderazgo en su categoría y potenciando el factor nacional del producto. La segunda se centra en concentrar recursos y esfuerzos para mantener vivas a las marcas en un nuevo entorno empresarial, competitivo y cada vez más globalizado buscando nuevos nichos de mercado o nuevas líneas de producto. Y por última, están las empresas que se han rendido al nuevo paradigma comercial y han preferido vender su negocio, fusionarse con otras marcas o cerrar la empresa.

Y la previsión para este nuevo contexto del retail en Colombia es que las nuevas marcas internacionales que han elegido Colombia para desarrollar su negocio también acaban optando por tres expectativas de futuro similares a las de las marcas nacionales. Por un lado, las marcas internacionales de éxito son las que sabrán proyectarse con liderazgo en la complejidad del nuevo mercado latinoamericano, también estarán las marcas que se mantendrán sin pena ni gloria conservando su visibilidad y un crecimiento irrelevante y los operadores internacionales que de la misma manera que llegaron a Colombia tendrán que marcharse como ha sido el caso de cadenas como Wendys de Estados Unidos, Funky Fish de España y Casa Ideas de Chile.

Todo esto demuestra que el atractivo que puede tener un nuevo territorio, como es el caso de Colombia, para según qué sectores, como el retail, supone un trabajo a medio-largo plazo y perseverancia para estudiar la verdadera naturaleza de un territorio político complejo y construir con detalle y estrategia minuciosa la entrada de nuevas marcas o la reinvención de marcas nacionales. La constancia de que resistan más marcas de las que se marchan o cierran demuestra que Colombia solo se ha visto tropezar por una zancadilla de adolescentes y que la situación socio-económico apunta a un futuro ambicioso para el retail.