Retail

La tienda y la vida

2013


Trabajar en una tienda no es fácil. Además de la atención al cliente, que ya de por sí no es sencilla, las dependientas deben encargarse de muchas otras cosas. En ese periplo de camisas, pantalones, perfilado de ropa y colocación de género Isabel Sucunza escribe La tienda y la vida.


La obra, publicada por la editorial Blackie Books, retrata a la tienda y a todo lo que pasa en ella. El punto de venta y su funcionamiento son el inicio de un viaje que lleva al lector por caminos muy distintos y a través de temas tan dispares como el amor, el éxito, los anuncios publicitarios o el Rey de España.


La tienda y la vida es un dietario que repasa todo tipo de aspectos de la cotidianeidad a través de los ojos de una dependienta que tiene en la caja registradora el pupitre en el que escribe.


Sinposis:


Pluriempleada, como los más afortunados de su generación, letraherida y quién sabe si demasiado lúcida, Isabel Sucunza trabaja en temporada de rebajas en una tienda de ropa. Allí ha conocido el místico mundo de las camisas, los pantalones y el perfilamiento de ropa en general, ha tratado con toda clase de clientes y ha tenido tiempo de leer mucho.


También es posible que haya acabado de escribir este dietario junto a la caja registradora; este canto general a la extrañeza de lo cotidiano, provocador y sin embargo cordial. Porque es imposible no reírse con la autora cuando describe nuestra vida de marionetas, cuando pasa de la observación del comportamiento de la clientela y el ambiente que la rodea a la noción popular del amor y las parejas, a lo que suponemos del éxito y lo que se entiende por nuestro fracaso, a los objetos decorativos, los anuncios publicitarios, las políticas públicas y los Peter Pan. O sea, cuando no deja títere con cabeza.


Aquí nos enfrentamos a electricistas, periodistas, veinteañeras carcas y al mismísimo Rey de España con sus elefantes, pero también a Proust, a Homero y a las diversas maneras de comprender el mito de Sísifo. La tienda y la vida hace un repaso tan despiadado como accesible del lugar en el que vive Sucunza y, en última instancia, de la sociedad de consumo en la que vivimos todos. Aunque posiblemente este libro esté tan alejado de la realidad como una novela y, más que contar lo que le pasa en la tienda, o fuera de ella, la autora esté dejándonos fisgonear en el otro mundo que hay entre todo eso y su propia imaginación.


La tienda y la vida se presenta como un dietario, como el cuaderno de anotaciones a lo largo de doce días y es una ampliación, una traslación a lo literario, de la escritura de blog: espacio virtual que comparte con el género diarístico y con el género dietarístico la voluntad de transcripción de cuanto acontece. Sin embargo, si la mentira es una de las más frecuentes verdades que circulan en Internet, el género dietarístico está impregnado de ficción literaria, con la que Sucunza juega haciendo que la voz narradora cuestione, en más de una ocasión, aquello que ella misma transcribe: “Ya me gustaría que todo esto hubiera pasado de verdad esta mañana en la tiendaâ€.


Un libro para retailers y consumidores que nos enseña los entresijos de este mundo de todos.


Fuente: modaes.es