Actualidad Retail
Las diferencias para trabajar en retail
2015
Excelencia versus exigencia. En una organización exigente, se busca la perfección en todo. Así, los empleados hacen lo que les dicen sus jefes y de la manera que ellos dictan. Cuando el empleado ha de ser perfecto, no se arriesga a probar con nuevas cosas, la exigencia lo limita a indagar en el placer su trabajo, a su propia iniciativa, etc.
Por otro lado, en una organización excelente, cada uno puede contribuir libremente a mejorar la actividad del negocio. La confianza y la comunicación son valores tenidos en cuenta. Se pueden cometer errores para después aprender de ellos y mejorar como vendedor. En una tienda es necesario establecer normas no negociables, se trata de las más esenciales como la simpatía, la amabilidad, el conocimiento absoluto del producto, el uniforme, etc. pero también es necesario estimular la inteligencia emocional de nuestro staff dejándoles improvisar con los consumidores y con la tienda.
El compromiso es obligación y motivación a la vez. Cuando nos comprometemos con algo, ya existe un grado implícito de motivación. Este compromiso nace de la libertad de poder escoger y cuando la motivación desaparece, nuestro compromiso se convierte en obligación. La clave es el valor del compromiso, que por el valor de motivación y obligación, cuando un vendedor está comprometido con algo concentrará todos sus esfuerzos para llegar y sobrepasar su objetivo, quiere contribuir al éxito.
La responsabilidad versus el victimismo. El vendedor ha de ser capaz de aportar una solución responsable a una situación de la que él es ajeno, por ejemplo hacerse responsable de un producto defectuoso cuando él no ha sido el que ha filtrado el producto para que se pueda vender. El victimista actua con pasividad y no asume responsabilidades.
Aceptación versus tolerancia. Aceptar que somos vendedores, que tenemos unos horarios que debemos cumplir, etc. es diferente al hecho de “tolerar†una situación precisa, el simple hecho de tolerar sin aceptar puede generar un conflicto interior.
En el caso de la visión, el vendedor hace todo lo posible para poner en práctica las acciones para realizar esta visión. Si ponemos fecha a un sueño que tenemos, este se puede convertir en una visión. Aun así, es importante no confundir visión y objetivos comerciales.
La confianza es esencial para la construcción de relaciones. Se basa en tres pilares: la competencia, la fiabilidad y la sinceridad. Si uno de esos pilares cae, la confianza se derrumba también. La desconfianza en relación con el otro surge del supuesto de que el otro no me reconoce como una persona que posee un espacio legítimo en la relación mutua. A veces en el retail, según qué puestos de trabajo no están suficientemente bien valorizados. Como padres aspiramos a que nuestros hijos se conviertan en médicos o abogados pero no en dependientes de tiendas de ropa. Así, uno de los roles importantes que debe tener un encargado de tienda es el de generar confianza y valorar las tareas efectuadas en el seno de un comercio.
La autoridad tranquiliza, el autoritarismo paraliza. El poder proviene de la autoridad que nosotros tenemos sobre el otro o sobre un grupo. Algunas personas desprenden un grado de autoridad natural. Por otro lado, el autoritarismo degrada la autoridad.
En nuestra práctica cotidiana es interesante observar cómo los diferentes canales de información nos proponen formaciones orientadas en el saber-hacer (técnicas de venta, técnicas de gestión, procesos de compra, etc.). Pero hay una falta de aprendizaje sobre el saber-ser y estar. A menudo nos olvidamos de nosotros para mejorar nuestras capacidades técnicas de eficiencia profesional
¿Y tu, tienes algún consejo que quieras compartir ?